
La magia del equinoccio de otoño en Galicia
Introducción: equilibrio, cosecha y un portal para volver a ti
Cuando la luz y la oscuridad se igualan, la tierra gallega cambia de pulso: el bosque huele a madera húmeda, la niebla se posa sobre los prados y apetece encender una vela para agradecer lo vivido. El equinoccio de otoño es un umbral: invita a cerrar el verano con gratitud y a prepararse, con calma, para lo que llega. En este post te guío para celebrar este tiempo con rituales sencillos, correspondencias de la estación y gestos cotidianos con raíces gallegas, desde una espiritualidad práctica, artesana y consciente. Esta mirada está alineada con la esencia de Meigas do Lume: conexión con la naturaleza, sostenibilidad y tradición gallega vivida con autenticidad.
Qué es el equinoccio de otoño y por qué importa en Galicia
El equinoccio ocurre cuando el día y la noche tienen prácticamente la misma duración. En Galicia, esta igualdad suena a cosecha, a reserva y a equilibrio: honrar lo recibido y ordenar lo que se queda. Es un momento propicio para revisar hábitos, agradecer lo aprendido durante el verano y plantar intenciones sobrias para los meses de recogimiento.
Correspondencias mágicas del otoño en Galicia
Trabajar con correspondencias ayuda a sintonizar con el paisaje y sus ritmos.
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Elementos vegetales locales: hojas de castaño y carballo, manzanas, uvas, bellotas, castañas, espigas, hiedra.
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Hierbas de trabajo: salvia, romero, laurel, ruda —excelentes para limpiezas suaves y protección.
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Colores: ocres, verdes musgo, marrones tierra y anaranjados fuego.
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Fuego consciente: velas artesanales para simbolizar la luz que acompaña el descenso del año.
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Ética y sostenibilidad: prioriza materiales locales y respetuosos; evita el uso de recursos que puedan dañarlo, como los cristales extraídos sin control.
Ritual de gratitud al atardecer (15 minutos)
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Prepara el espacio con una vela artesanal y un sahumerio de hierbas gallegas.
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Ofrenda de estación: coloca en un cuenco manzanas, uvas o nueces.
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Escritura breve: anota tres cosas por las que das gracias y tres que decides soltar.
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Acto simbólico: entierra el papel de “soltar” en una maceta y guarda el de gratitud en tu altar.
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Cierre: tres respiraciones profundas mirando la llama, para integrar el equilibrio del día y la noche.
Ritual de equilibrio para el hogar (30 minutos, limpieza energética)
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Barre el suelo en dirección a la puerta visualizando que sacas densidades.
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Pasa humo de salvia/romero por puertas y marcos con una intención clara: “aquí habita la calma”.
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Abre ventanas unos minutos, enciende una vela y deja una ofrenda sencilla de frutos u hojas.
Mini-altar de otoño con raíces gallegas
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Base: tela de lino, tabla de madera o pizarra.
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Centro: vela encendida como luz de guía.
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Entorno: hojas de castaño, bellotas, una ramita de laurel, una manzana.
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Intención: una nota escrita a mano con tu propósito para el otoño.
Este tipo de montaje favorece un ambiente de calma, purificación y autocuidado cotidiano, justo el tipo de práctica que sostengo con mis creaciones artesanas.
Tips cotidianos para vivir el equinoccio sin complicarte
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Paseo consciente: 20 minutos entre árboles; recoge dos hojas y colócalas en tu altar como recordatorio de equilibrio.
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Infusión de estación: laurel + cáscara de manzana; bebe con una respiración larga antes de dormir.
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Diario breve: tres líneas cada noche con “lo que agradezco hoy” y “lo que suelto mañana”.
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Luz ritual: enciende una vela al atardecer durante 7 días. La repetición crea suelo.
Cocina ritual: compota agradecida
En un cazo: manzanas cortadas, un trocito de piel de limón, laurel y un chorrito de agua. Fuego muy bajo, remover despacio. Al apagar, agradece en voz baja lo útil y lo bello de tu día. Comer con calma cierra el rito.
El equinoccio de otoño me recuerda que el poder está en los gestos pequeños y constantes: una vela, un cuenco, un papel doblado con intención. Desde Meigas do Lume celebro este tiempo con herramientas artesanas nacidas de la tierra gallega —velas, sahumerios de hierbas, ungüentos y kits— pensadas para acompañarte en un camino espiritual honesto, femenino y sostenible. Y siempre en primera persona, porque detrás de cada pieza estoy yo, cuidando el detalle y la historia que lleva dentro.
Si quieres profundizar en esta estación con objetos artesanales alineados con estos valores —sin prisas y sin ruido— puedes explorar mi tienda y las colecciones de temporada en meigasdolume.es. Prefiero que te lleves sólo aquello que de verdad resuena contigo y con tu práctica.