
Hierbas gallegas para limpiar energías negativas
Cuando la casa se nota pesada o el ánimo se vuelve turbio, vuelvo a lo sencillo: plantas de aquí, fuego pequeño y una intención clara. En este post te voy a guiar —sin dogmas ni complicaciones— por las hierbas gallegas más útiles para limpiezas energéticas, con rituales rápidos, correspondencias prácticas y alternativas sin humo. Todo desde una mirada artesanal, sostenible y enraizada en la tradición gallega que define mi trabajo.
¿Qué entendemos por “limpiar energías negativas”?
Para mí, es un conjunto de actos intencionales que ayudan a despejar densidades simbólicas y emocionales del hogar y del cuerpo. No se trata de “magia espectáculo”, sino de gestos cotidianos que ordenan el espacio, calman la mente y devuelven equilibrio. Los productos y rituales que propongo están pensados para crear ambientes de calma real y favorecer prácticas de autocuidado constantes.
Hierbas gallegas de limpieza: correspondencias y usos
Laurel (loureiro)
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Función: protección suave, claridad mental, bendición del hogar.
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Correspondencias rápidas: puerta y marcos, suelos (en infusión), ofrendas de estación.
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Uso favorito: “agua de laurel” para fregar; deja sensación de orden y calma.
Romero (alecrim)
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Función: purificación, foco y “cambio de aire” emocional.
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Correspondencias: sahumo de estancias, saquitos para armarios, infusión para spray sin humo.
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Uso favorito: ramito atado con hilo natural para pasar por esquinas y rincones.
Salvia
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Función: limpieza profunda y reinicio sutil del ambiente.
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Correspondencias: defumación puntual, especialmente tras visitas o discusiones.
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Uso favorito: sahumo breve de 3–5 minutos con ventilación.
Ruda
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Función: corte simbólico de “malas rachas” y protección de umbrales.
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Correspondencias: ramita en la entrada, maceta protectora, micro-sahumo cerca de puertas.
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Uso favorito: bolsita de ruda + laurel en el bolso para “no traer la calle a casa”.
Lavanda
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Función: calma, conciliación del sueño y limpieza emocional suave.
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Correspondencias: almohadillas, cajones, spray textil.
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Uso favorito: añadir a la mezcla de laurel/romero para bajar revoluciones por la noche.
Ética y coherencia: priorizo plantas locales y materiales sostenibles; evito recursos problemáticos como cristales de extracción agresiva. La limpieza energética también es responsabilidad con la tierra.
Ritual de sahumo gallego (10–15 minutos)
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Prepara un atado sencillo: laurel + romero + una pizca de lavanda.
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Abre ventanas. Enciende el atado con cerilla; apaga la llama y deja sólo humo.
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Recorre el hogar de dentro hacia fuera, pasando por esquinas y marcos de puertas.
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Intención breve (en voz baja): “Que se vaya lo que pesa; que se quede lo que cuida”.
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Cierre: una vela pequeña en el centro de la casa, 10 minutos.
Limpieza sin humo (para mascotas, bebés o alergias)
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Spray de romero + laurel: prepara una infusión fuerte, enfría, cuela y mezcla 2/3 infusión + 1/3 alcohol de perfumería en pulverizador. Rocía cortinas, textiles y aire.
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Fregado ritual con agua de laurel: infusiona hojas, añade al cubo y friega de atrás hacia la puerta.
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Sacos protectores: bolsitas de tela con ruda, laurel y lavanda en tiradores y cajones.
Correspondencias rápidas por intención
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Cortar rachas: ruda + romero (puertas, recibidor).
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Calma y foco: lavanda + laurel (dormitorio y mesa de trabajo).
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Re-estrenar la casa: sahumo de salvia + vela encendida (salón, pasillos).
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Protección de umbral: corona discreta de laurel en la puerta (cambiar cada ciclo lunar).
Tips sencillos que marcan diferencia
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Ventila 5–10 minutos después de cada limpieza.
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Menos es más: mejor ritual breve y constante que “gran ceremonia” una vez al año.
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Acompaña con orden práctico: tirar papeles viejos es también limpieza energética.
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Secado y almacenaje: hierbas a la sombra, en vidrio o papel; evita plástico.
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Cierra siempre con gratitud (una frase, una respiración, un sorbo de infusión).
Mi forma de trabajar la limpieza energética nace de la tierra que piso: plantas cercanas, fuego pequeño, manos ocupadas y atención presente. No busco modas: busco verdad, oficio y rituales que sostengan de verdad el día a día. Es la misma intención con la que elaboro mis piezas: artesanales, gallegas y conscientes, para que tu altar y tu hogar sean refugio.
Si te apetece acompañar estos gestos con herramientas artesanales (sahumerios de hierbas gallegas, velas, ungüentos y pequeños kits de limpieza), puedes explorar mi tienda con calma. Prefiero que te lleves sólo lo que resuena con tu práctica; lo importante es el ritual cotidiano, no acumular cosas.